Psicólogo en Elche. Mejora el dolor crónico con terapia cognitivo conductual

¿Qué es el dolor crónico?

El dolor crónico se define como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión real o potencial, manifestándose a través de conductas observables. Puede ser continuo o intermitente y afectar cualquier parte del cuerpo. A diferencia del dolor agudo, que es una respuesta natural y temporal a una lesión o enfermedad, el dolor crónico persiste durante meses o incluso años, aunque las causas que lo originaron hayan desaparecido. Algunas de estas causas iniciales incluyen artritis, fibromialgia, lesiones de la médula espinal, cefaleas y otras patologías. Sin embargo, en muchos casos, la causa exacta del dolor crónico no se puede identificar. Cuando el dolor crónico obedece a un deterioro progresivo del organismo se denomina dolor orgánico. Cuando el dolor no obedece a ningún deterioro manifiesto, se denomina dolor funcional o somatización.

El dolor crónico es una condición debilitante que afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener un impacto devastador en la calidad de vida, perturbando el bienestar físico, emocional, familiar, laboral y social de quienes lo padecen.

¿Cómo nos afecta el dolor crónico?

Algunas de las emociones que se experimentan con el dolor crónico son miedo, ira, estrés, ansiedad, tristeza, desesperanza y anhedonia. Este estado de sufrimiento genera una sensibilidad total hacia el dolor, provocando habitualmente pensamientos catastrofistas como “nunca seré la misma persona”, “no puedo hacer nada con este dolor”, “mi vida no tiene sentido”, etc. También se adoptan conductas de evitación hacia todo aquello que pueda generar dolor. Primero, se evita realizar actividades físicas que requieran un esfuerzo moderado (deporte, caminar, etc.); después, se restringen otras conductas más básicas (actividades de la vida diaria, movimientos corporales concretos, etc.); finalmente, debido a lo anterior, la persona se aísla socialmente y pierde cualquier tipo de refuerzo que aumente su autoestima y su calidad de vida.

¿Cómo aborda la terapia cognitivo conductual el dolor crónico?

La terapia cognitivo conductual trata de identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos desde un enfoque biopsicosocial, es decir, se tiene en cuenta al paciente desde una visión global que aborda los determinantes biológicos, las características psicológicas y su contexto social.

En el contexto del dolor crónico, la terapia cognitivo conductual ayuda a las personas a entender cómo sus pensamientos, emociones y comportamientos pueden influir en su percepción del dolor y en su capacidad para manejarlo.

Técnicas psicológicas utilizadas en el tratamiento del dolor crónico

Reestructuración Cognitiva

Uno de los principios fundamentales de la terapia cognitivo conductual es que los pensamientos influyen en las emociones y el comportamiento. A través de las técnicas de reestructuración cognitiva se trabaja con el paciente para identificar pensamientos negativos y reemplazarlos por pensamientos más realistas y positivos.

Ejemplo:
Una persona con dolor crónico podría pensar: «Nunca voy a mejorar» o «Mi vida siempre será miserable debido a este dolor». Estos pensamientos pueden aumentar la sensación de desesperanza y agravar la percepción del dolor. Un pensamiento alternativo podría ser: «Aunque tengo dolor, puedo encontrar maneras de manejarlo y seguir disfrutando de mi vida». Este cambio de perspectiva puede reducir la intensidad del dolor percibido y mejorar el bienestar emocional.

Técnicas de Relajación

El dolor crónico a menudo se acompaña de tensión muscular y estrés. A través de la terapia cognitivo conductual los pacientes aprenden técnicas de relajación, como la respiración abdominal, la relajación muscular progresiva y la visualización guiada, para ayudar a reducir la tensión y el estrés.

Ejemplo:
Una persona con dolor de espalda crónico puede aprender a practicar la respiración abdominal para relajarse y disminuir la tensión en los músculos de la espalda. Esta práctica regular puede ayudar a reducir la intensidad del dolor que provocan las hernias discales y mejorar la movilidad.

Técnicas de Modificación de Conducta

La terapia cognitivo conductual también se enfoca en cambiar comportamientos que pueden exacerbar el dolor crónico. Las técnicas de modificación de conducta se basan en los principios del aprendizaje y de la psicología experimental con el objetivo de reducir o eliminar conductas desadaptativas, fomentando las conductas adaptativas.

Ejemplo:
Evitar la actividad física por miedo a aumentar el dolor puede llevar a una disminución de la condición física y aumentar la sensación de dolor. Un psicólogo cognitivo conductual trabajará con el paciente para establecer un plan gradual de actividades seguras y manejables que mejoren su estado físico y emocional. Al aumentar lentamente la actividad física y social, el paciente puede mejorar su fuerza, flexibilidad y estado de ánimo, lo que puede reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.

Ajuste de Expectativas

Otra técnica importante en la terapia cognitivo conductual es el ajuste de expectativas. Las expectativas irreales o inalcanzables pueden aumentar la frustración y la percepción del dolor. Trabajar en una perspectiva más realista y manejable es crucial para el manejo del dolor crónico.

Ejemplo:
Una persona cuya expectativa frente al dolor crónico es estar completamente libre de dolor y no se cumple, sentirá frustración y desesperanza. La TCC puede ayudar al paciente a ajustar esta expectativa para que sea algo más realista, como «Mi objetivo es reducir el dolor y mejorar mi calidad de vida».

En otro caso, una persona puede sentir presión para cumplir con las expectativas de su familia a pesar del dolor. En este caso, es adecuado trabajar con ella las habilidades de comunicación para que pueda expresar de forma asertiva cómo se siente al percibir esa presión.

Resolución de Problemas

El malestar físico y emocional que conlleva el dolor crónico genera situaciones conflictivas con la familia, en el trabajo y en otras situaciones sociales. La técnica de resolución de problemas es otra de las herramientas que el psicólogo utiliza para aprender a manejar estos conflictos. Con esta técnica, no siempre se encuentra la solución perfecta, pero sí la que mejor se adapta a las posibilidades del paciente.

Ejemplo:
Una persona con dolor crónico debe afrontar decisiones como cambiar de trabajo, utilizar o no accesorios para caminar, distribuir o gestionar de forma diferente las tareas del hogar, tomar medicación, o manejar otros conflictos habituales que se magnifican por la tensión emocional.

Mindfulness

El mindfulness o atención plena es una práctica que consiste en prestar atención de manera consciente al momento presente, sin juzgar y con una actitud de aceptación. Es una técnica de meditación que se combina con la terapia cognitivo conductual. Ha sido ampliamente estudiada y utilizada en la gestión del dolor crónico, mostrando efectos positivos en la reducción del sufrimiento asociado con este tipo de dolor.

Ejemplo:
Muy frecuentemente, el dolor crónico acaba por acaparar toda la atención de la persona que lo sufre, incluso llegando a obsesionarse y no desconectar en ningún momento de las sensaciones desagradables que siente. A través de la práctica continuada de mindfulness puede desconectar ese vínculo fatal con el dolor, liberando la mente de pensamientos intrusivos u obsesivos relacionados con el sufrimiento y regulando sus emociones.

Conclusión

Como se ha explicado, el dolor crónico es una condición compleja que afecta tanto al cuerpo como a la mente. La terapia cognitivo conductual ofrece una variedad de herramientas y técnicas psicológicas para ayudar a las personas a manejar su dolor, cambiar pensamientos negativos, regular sus emociones y mejorar su calidad de vida. Si bien el dolor crónico puede no desaparecer por completo, con la ayuda de la terapia cognitivo conductual, las personas pueden aprender a vivir de manera más plena y satisfactoria a pesar de su dolor.

La terapia cognitivo conductual para el tratamiento del dolor crónico proporciona a las personas una esperanza renovada y una vía efectiva para reducir el impacto del dolor crónico en sus vidas.