Si sientes que has perdido el control con el alcohol, el tabaco, otras drogas, el juego, o incluso pasas demasiado tiempo con el móvil, es posible que necesites ayuda. Si estás buscando un psicólogo en Elche, estoy aquí para ofrecerte el apoyo que necesitas y ayudarte a superar esta situación. A continuación, podrás descubrir qué es una adicción, cómo puede afectar distintas áreas de tu vida, las teorías que explican su origen, los tipos más comunes de adicciones y el tratamiento psicológico más adecuado para tu caso.

Psicólogo en Elche para adicciones

¿Qué se entiende por adicción?

Tradicionalmente, el término «adicción» se asocia con el uso de sustancias como el alcohol, el tabaco o las drogas. Sin embargo, hoy en día, también se reconoce que existen adicciones que no están relacionadas con el consumo de sustancias químicas, conocidas como adicciones comportamentales. Estas incluyen el juego patológico, la adicción a internet, a las compras, al ejercicio físico excesivo, entre otras.

¿La adicción es un trastorno o una enfermedad?

En psicología, las adicciones se contemplan principalmente como un trastorno. Específicamente, se consideran «trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos» según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Sin embargo, también es común referirse a la adicción como una enfermedad crónica en contextos más amplios, especialmente en enfoques médicos y de salud pública.

Trastorno

Desde la perspectiva psicológica y psiquiátrica, la adicción se clasifica como un trastorno porque involucra un patrón de comportamiento disfuncional y repetitivo que afecta negativamente la vida del individuo. Los trastornos adictivos, como los trastornos por uso de sustancias o las adicciones comportamentales (como el juego patológico), se caracterizan por la pérdida de control sobre el comportamiento, la compulsión a continuar el uso o la actividad, la dependencia, y la aparición de consecuencias negativas a nivel personal, social, y profesional.

Enfermedad crónica

En un contexto médico, la adicción se describe a menudo como una enfermedad crónica, similar a otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión. Esto se debe a que la adicción implica cambios en la estructura y función del cerebro que pueden durar mucho tiempo, incluso después de que se ha detenido el comportamiento adictivo. Esta visión resalta la necesidad de un tratamiento continuo y un manejo a largo plazo, ya que, al igual que otras enfermedades crónicas, la adicción puede experimentar recaídas y requiere un enfoque integral para su manejo.
En resumen, ambas perspectivas — como trastorno y como enfermedad crónica — son correctas y complementarias. La consideración de la adicción como un trastorno enfatiza los aspectos diagnósticos y conductuales, mientras que la consideración como una enfermedad crónica destaca la necesidad de tratamiento y manejo continuo. En la práctica, muchos profesionales de la salud mental y médica utilizan ambas perspectivas para proporcionar un enfoque integral en el tratamiento de las adicciones.

Factores que contribuyen a la adicción

La adicción no es simplemente un problema de fuerza de voluntad o moral; es un trastorno multifactorial en el que influyen diversos factores biológicos, psicológicos y sociales. A nivel biológico, la adicción está relacionada con cambios en el cerebro que afectan la recompensa, la motivación y la memoria. Estos cambios hacen que el comportamiento o sustancia adictiva se vuelva una prioridad, superando otras necesidades básicas.
Desde una perspectiva psicológica, factores como el estrés, la baja autoestima, el manejo inadecuado de emociones y la búsqueda de alivio ante situaciones difíciles pueden contribuir al desarrollo de una adicción. Además, los factores sociales, como el entorno familiar, las relaciones interpersonales y las presiones culturales, también juegan un papel crucial en el inicio y mantenimiento de una adicción.

Criterios diagnósticos

El DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) y el CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades) establecen criterios específicos para diagnosticar una adicción. Estos criterios incluyen la presencia de un deseo intenso o impulso (craving), la incapacidad para reducir o controlar el uso o comportamiento adictivo, y la continuación del mismo a pesar de las consecuencias negativas en la salud física, emocional y social. El diagnóstico también considera la tolerancia (necesidad de aumentar la dosis o intensidad para lograr el mismo efecto) y la abstinencia (síntomas físicos y emocionales que surgen cuando se reduce o detiene el comportamiento o consumo).

Adicción como enfermedad crónica

La adicción se considera una enfermedad crónica, lo que significa que, aunque se puede manejar con tratamiento adecuado, no tiene una cura definitiva. Al igual que otras enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, la adicción requiere un manejo continuo para evitar recaídas y mantener una vida equilibrada. Esto implica no solo un tratamiento psicológico, sino también cambios en el estilo de vida y un apoyo continuo para el individuo.

¿Cómo afecta una adicción en la calidad de vida?

Las adicciones, ya sean a sustancias o comportamentales, tienen un impacto profundo y devastador en la calidad de vida de una persona. Este impacto se manifiesta en diversas áreas, afectando no solo a quien sufre la adicción, sino también a su entorno cercano.
En el plano personal, las adicciones erosionan el bienestar emocional, físico y conductual de la persona. La dependencia hacia una sustancia o comportamiento específico puede desencadenar problemas como ansiedad, depresión, irritabilidad y una baja autoestima. Desde un punto de vista conductual, la persona puede comenzar a evitar situaciones sociales o responsabilidades que antes eran importantes, priorizando la adicción por encima de sus propios valores y deseos. Esta desconexión con uno mismo suele generar una sensación de pérdida de control y un ciclo de comportamiento autodestructivo.
En el entorno escolar, las adicciones pueden provocar un notable descenso en el rendimiento académico. La falta de concentración, el ausentismo y la desmotivación son consecuencias directas de la adicción. En casos más graves, el estudiante puede llegar a abandonar sus estudios, lo que afecta su futuro profesional y personal. La presión por cumplir con las exigencias académicas puede, además, exacerbar la adicción, creando un círculo vicioso difícil de romper.
A nivel familiar, las relaciones suelen verse gravemente deterioradas. La adicción genera conflictos constantes, desconfianza y, en muchos casos, un profundo aislamiento. Los miembros de la familia pueden sentirse impotentes al ver cómo su ser querido lucha (y pierde) contra la adicción, lo que lleva a una tensión emocional significativa y a la ruptura de la cohesión familiar. Este aislamiento puede llevar a una dinámica familiar disfuncional, donde el problema de la adicción se convierte en el eje de las interacciones familiares.
En el ámbito laboral, las adicciones afectan gravemente el desempeño profesional. La falta de concentración, el ausentismo y los conflictos con compañeros son comunes en personas que luchan con una adicción. Con el tiempo, esto puede llevar a la pérdida del empleo y a la dificultad para mantener una estabilidad financiera. Además, el comportamiento impulsivo o irresponsable que acompaña a la adicción puede hacer que la persona pierda oportunidades de crecimiento profesional, afectando su carrera a largo plazo.
Finalmente, en el ámbito social, las adicciones provocan un aislamiento progresivo. Las relaciones con amigos y conocidos suelen deteriorarse, ya que la persona adicta tiende a priorizar su adicción por encima de las interacciones sociales. En muchos casos, esto lleva a que la persona se rodee únicamente de otros que comparten su adicción, reforzando el comportamiento adictivo y alejándose de aquellos que podrían ofrecerle apoyo.

Cómo se inicia y se mantiene una adicción

Las adicciones a menudo comienzan de manera sutil, con la experimentación o el uso ocasional de una sustancia o comportamiento que, en un principio, parece inofensivo. Sin embargo, con el tiempo, el uso se vuelve más frecuente, y la persona empieza a desarrollar una dependencia. Esta dependencia puede estar motivada por la búsqueda de alivio del estrés, la presión social o el deseo de repetir una experiencia placentera.
A nivel conductual, la persona puede comenzar a integrar el comportamiento adictivo en su rutina diaria, normalizándolo e ignorando las señales de advertencia. La adicción se mantiene a través de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Los cambios en el cerebro refuerzan el comportamiento adictivo, haciéndolo cada vez más difícil de controlar sin ayuda profesional. Además, el entorno que rodea a la persona, como el acceso continuo a la sustancia o actividad, refuerza el ciclo adictivo, haciendo que la adicción se perpetúe.

Consecuencias de una adicción a corto y largo plazo

En el corto plazo, las consecuencias de una adicción pueden incluir problemas inmediatos como conflictos interpersonales, pérdida de dinero, accidentes, y episodios de ansiedad o depresión. La persona puede comenzar a experimentar una pérdida de control que afecta su capacidad para cumplir con responsabilidades diarias, lo que agrava aún más la situación.
A largo plazo, las adicciones pueden llevar a graves problemas de salud física y mental, como enfermedades crónicas, deterioro cognitivo y daño emocional profundo. Las relaciones personales pueden destruirse, la carrera profesional puede estancarse o perderse por completo, y la calidad de vida general se ve severamente disminuida. Sin un tratamiento adecuado, las adicciones pueden tener consecuencias devastadoras y permanentes, afectando no solo a la persona adicta, sino también a sus seres queridos.

Tipos de trastornos adictivos

Las adicciones pueden manifestarse de diversas formas, afectando múltiples aspectos de la vida de una persona. Estas adicciones se dividen generalmente en dos grandes categorías: adicciones a sustancias y adicciones comportamentales. Cada una de estas categorías engloba diferentes tipos de trastornos que impactan significativamente la calidad de vida, no solo del individuo, sino también de su entorno cercano.

Adicciones a sustancias

Las adicciones a sustancias son probablemente las más conocidas y se caracterizan por la dependencia a una sustancia química que altera el funcionamiento normal del cuerpo y la mente. A continuación, se describen algunas de las adicciones más comunes en esta categoría y su impacto en la calidad de vida.

  • Adicción al alcohol: El alcoholismo es una de las adicciones más extendidas. A corto plazo, el consumo excesivo de alcohol puede llevar a comportamientos impulsivos, accidentes, y conflictos interpersonales. A largo plazo, el alcoholismo puede causar problemas graves de salud, como enfermedades hepáticas, trastornos cardíacos, y daño cerebral. También afecta la calidad de vida al dañar relaciones personales, reducir la productividad laboral y contribuir a problemas económicos.
  • Adicción a la nicotina (tabaco): La nicotina es altamente adictiva y, a pesar de ser legal, su consumo tiene consecuencias graves para la salud. El tabaquismo está asociado con enfermedades respiratorias, cáncer de pulmón, y problemas cardiovasculares. La adicción a la nicotina no solo deteriora la salud física, sino que también genera un alto costo económico y social, y afecta la vida diaria con síntomas de abstinencia y una dependencia constante.
  • Adicción a los opioides: Los opioides, que incluyen tanto medicamentos recetados como drogas ilícitas como la heroína, son extremadamente adictivos. Esta adicción puede llevar a sobredosis, que a menudo son fatales. Los opioides afectan la calidad de vida al deteriorar la salud mental y física, y por su impacto devastador en las relaciones, el empleo y la estabilidad económica.
  • Adicción a la cocaína: La cocaína es una droga estimulante que produce una euforia intensa pero de corta duración. La adicción a la cocaína puede causar problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares, y daños neurológicos. Además, el uso crónico afecta la vida social y profesional del individuo, llevando a conductas arriesgadas, problemas legales y aislamiento social.
  • Adicción a la marihuana: Aunque a veces se percibe como menos dañina, la marihuana puede ser adictiva, especialmente cuando se usa en exceso. La adicción a la marihuana puede afectar la memoria, la motivación y la salud mental, incluyendo un mayor riesgo de desarrollar ansiedad y depresión. La calidad de vida se ve afectada por la disminución en la capacidad de concentración, el rendimiento académico o laboral, y la desconexión emocional con el entorno.

Adicciones comportamentales

Las adicciones comportamentales no involucran el consumo de una sustancia, sino un comportamiento compulsivo que el individuo no puede controlar, a pesar de sus consecuencias negativas. Estas adicciones afectan la calidad de vida de manera similar a las adicciones a sustancias, ya que también generan dependencia, impacto social, y deterioro en la salud mental.

  • Adicción al juego (ludopatía): La ludopatía es una adicción caracterizada por el impulso incontrolable de jugar, ya sea en casinos, apuestas deportivas, o juegos de azar en línea. Esta adicción puede llevar a una ruina financiera, conflictos familiares, y una profunda desesperanza. Los ludópatas suelen perder relaciones personales, empleo, y enfrentan problemas legales debido a deudas.
  • Adicción a Internet y videojuegos: Este tipo de adicción ha crecido significativamente en la era digital. La adicción a Internet o videojuegos puede consumir gran parte del tiempo de la persona, afectando su rendimiento escolar o laboral, y aislándola socialmente. Los adictos pueden experimentar depresión, ansiedad, y problemas físicos debido al sedentarismo y la falta de actividad social.
  • Adicción a las compras (oniomanía): La oniomanía es la compulsión a comprar de manera excesiva e innecesaria. Esta adicción puede causar problemas financieros graves, conflictos en relaciones personales, y sentimientos de culpa y vergüenza. La calidad de vida se deteriora a medida que el individuo acumula deudas y bienes que no necesita, mientras busca un alivio emocional que nunca llega.
  • Adicción al trabajo (workaholism): Aunque a menudo se valora el trabajo duro, la adicción al trabajo es un problema real que afecta la salud y el bienestar. Los adictos al trabajo tienden a priorizar su carrera por encima de todo, lo que lleva a la ruptura de relaciones, problemas de salud física y mental, y un desequilibrio en la vida personal. Esta adicción puede causar agotamiento, ansiedad, y una profunda insatisfacción personal.
  • Adicción al sexo: La adicción al sexo se caracteriza por una preocupación compulsiva por actividades sexuales, que pueden incluir la pornografía, el sexo casual o el comportamiento sexual riesgoso. Esta adicción afecta la calidad de vida al dañar relaciones íntimas, causar problemas legales, y contribuir a enfermedades de transmisión sexual y problemas emocionales profundos, como la culpa y la vergüenza.
  • Adicción al ejercicio físico: La adicción al ejercicio físico, también conocida como vigorexia, se manifiesta cuando la práctica del ejercicio se convierte en una obsesión que interfiere con la vida diaria. Aunque el ejercicio es saludable, en exceso puede causar lesiones físicas, agotamiento, y trastornos de la alimentación. Las personas con esta adicción pueden sacrificar su vida social, relaciones personales y bienestar emocional en favor de una necesidad constante de entrenar, a menudo acompañada de una insatisfacción corporal persistente.

Tratamiento psicológico para las adicciones

El tratamiento psicológico es esencial para ayudar a las personas a superar las adicciones, proporcionando herramientas para cambiar tanto los pensamientos como los comportamientos que perpetúan el trastorno adictivo. Entre los enfoques más efectivos se encuentran la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y la Terapia Motivacional, que han demostrado ser particularmente útiles en el tratamiento de las adicciones.

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

La TCC es un enfoque ampliamente utilizado y eficaz para el tratamiento de las adicciones. La TCC se basa en la premisa de que los pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados, y que al cambiar los pensamientos y comportamientos disfuncionales, se puede alterar el ciclo de la adicción.

  1. Identificación de patrones disfuncionales: Uno de los primeros pasos en la TCC es ayudar al paciente a identificar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a su adicción. Esto incluye reconocer las creencias irracionales que pueden estar reforzando el comportamiento adictivo, como la idea de que «solo con esta sustancia o comportamiento puedo sentirme bien» o «no soy capaz de enfrentar mi vida sin esto».
  2. Desarrollo de habilidades de afrontamiento: La TCC enseña a los pacientes nuevas habilidades de afrontamiento para manejar las situaciones que desencadenan el comportamiento adictivo. Estas habilidades pueden incluir técnicas de relajación, estrategias de resolución de problemas, y formas de gestionar el estrés sin recurrir a la adicción.
  3. Reestructuración cognitiva: La reestructuración cognitiva es un proceso central en la TCC, donde el terapeuta trabaja con el paciente para desafiar y modificar las creencias disfuncionales. Por ejemplo, un paciente puede aprender a reemplazar el pensamiento «necesito beber para relajarme» por «puedo manejar mi estrés de manera saludable, como con ejercicio o técnicas de respiración».
  4. Prevención de recaídas: Un aspecto crucial de la TCC es preparar al paciente para situaciones de alto riesgo donde podría recaer en su adicción. Se trabaja en identificar estas situaciones y desarrollar planes de acción para enfrentarlas de manera efectiva.

Terapia Motivacional

La Terapia Motivacional, también conocida como Entrevista Motivacional, es una técnica que se centra en aumentar la motivación interna del paciente para cambiar su comportamiento adictivo. Este enfoque es especialmente útil cuando el paciente se encuentra en una etapa de ambivalencia, es decir, cuando reconoce el problema pero aún no está completamente decidido a cambiar.

  1. Exploración de la ambivalencia: La Terapia Motivacional comienza ayudando al paciente a explorar y resolver la ambivalencia sobre su adicción. El terapeuta adopta una postura no confrontativa, permitiendo que el paciente exprese sus dudas y preocupaciones sobre el cambio.
  2. Desarrollo de la motivación intrínseca: En lugar de imponer la necesidad de cambiar, el terapeuta motiva al paciente a descubrir sus propias razones para hacerlo. Este proceso se basa en identificar las discrepancias entre los valores personales del paciente (como el deseo de tener relaciones saludables o un trabajo estable) y su comportamiento adictivo.
  3. Fortalecimiento del compromiso con el cambio: A medida que el paciente comienza a ver el valor del cambio, el terapeuta trabaja para fortalecer su compromiso con este. Esto puede implicar la creación de un plan de acción específico para alcanzar metas relacionadas con la reducción o eliminación de la adicción.
  4. Acompañamiento en el proceso de cambio: La Terapia Motivacional también incluye un seguimiento cercano del progreso del paciente, ayudándolo a mantener la motivación a lo largo del tiempo y ajustando las estrategias según sea necesario.

Unidades de Conductas Adictivas (UCAs)

Además del tratamiento psicológico, las Unidades de Conductas Adictivas (UCAs) en la sanidad española juegan un papel fundamental en el manejo integral de los trastornos adictivos, especialmente en lo que respecta a la adicción a sustancias como el alcohol, el tabaco y otras drogas. Estas unidades están diseñadas para supervisar la desintoxicación, proporcionar seguimiento médico continuo y apoyar la rehabilitación del paciente.

Consulta de psicología en Elche - Andrés Pérez Psicólogo

Cómo elegir un psicólogo en Elche para tratar las adicciones

Encontrar un psicólogo adecuado puede requerir tiempo y reflexión, especialmente cuando es importante equilibrar el coste con la calidad del servicio. A continuación, te ofrezco algunas pautas que te pueden ayudar en este proceso:

Evaluación de credenciales y experiencia

Es fundamental que verifiques las credenciales del psicólogo que estás considerando. Asegúrate de que esté colegiado, lo cual garantiza que cumple con los estándares profesionales requeridos para ejercer la psicología. Por ejemplo, mi número de colegiado es CV17822, lo que certifica mi formación y capacidad para ofrecerte un servicio profesional.
Para confirmar la colegiación introduce el número (CV17822) en la página del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana (pincha aquí).

Lectura de reseñas y testimonios

Leer las reseñas y testimonios de otros pacientes puede darte una idea clara sobre la calidad del servicio que ofrece un psicólogo. Asegúrate de buscar opiniones en varias fuentes, como sitios web especializados, Google My Business, o incluso en redes sociales. Estas opiniones suelen reflejar las experiencias de personas que han pasado por situaciones similares a las tuyas, y pueden orientarte sobre qué esperar de cada profesional.

Importancia de la primera sesión

La primera consulta es crucial para determinar si el psicólogo es el adecuado para ti. En esta sesión inicial, podrás evaluar si te sientes cómodo/a y comprendido/a, y si el estilo terapéutico del psicólogo se adapta a tus necesidades. Es también una oportunidad para plantear todas tus dudas sobre el proceso terapéutico, la metodología que se va a utilizar, y por supuesto, el precio de las sesiones.

Preguntas frecuentes (FAQs) sobre sobre las adicciones

¿Cuáles son los primeros signos de una adicción?

Los primeros signos de una adicción pueden incluir un deseo intenso de usar una sustancia o realizar un comportamiento, la incapacidad de reducir o controlar su uso, el uso continuo a pesar de los problemas que causa, y el desarrollo de tolerancia (necesidad de más para obtener el mismo efecto) y abstinencia (síntomas negativos al intentar dejarlo).

¿Por qué algunas personas son más propensas a desarrollar adicciones que otras?

La predisposición a las adicciones depende de una combinación de factores genéticos, psicológicos y sociales. Algunas personas pueden tener una predisposición genética que aumenta su riesgo, mientras que otras pueden desarrollar adicciones debido a factores como el estrés, el trauma, la presión social, o un entorno que normaliza el comportamiento adictivo.

¿Cuáles son los signos de una adicción al alcohol?

Los signos de adicción al alcohol incluyen la incapacidad para limitar el consumo, un fuerte deseo de beber, el consumo en situaciones peligrosas (como al conducir), y la aparición de síntomas de abstinencia cuando se intenta dejar de beber, como ansiedad, sudoración, temblores o náuseas.

¿Cómo se manifiesta la adicción a la nicotina (tabaco)?

La adicción a la nicotina se manifiesta por un deseo constante de fumar, la necesidad de aumentar la cantidad de cigarrillos para obtener el mismo efecto, y síntomas de abstinencia como irritabilidad, ansiedad y dificultad para concentrarse al intentar dejar de fumar. La adicción a la nicotina puede afectar la salud respiratoria y cardiovascular a largo plazo.

¿Cómo afecta la adicción a la cocaína la vida diaria?

La adicción a la cocaína puede llevar a un comportamiento impulsivo y riesgoso, problemas cardíacos, paranoia, y una intensa necesidad de consumir más para evitar el malestar. Esta adicción puede dañar las relaciones personales, causar problemas laborales, y llevar a dificultades legales.

Es cierto que el consumo de marihuana puede desencadenar un trastorno como la esquizofrenia?

Sí, existe evidencia de que el consumo de marihuana, especialmente en grandes cantidades o a una edad temprana, puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos psicóticos como la esquizofrenia, particularmente en personas que ya tienen una predisposición genética a estos trastornos. Aunque no todas las personas que consumen marihuana desarrollarán esquizofrenia, el uso frecuente y potente de la sustancia puede actuar como un desencadenante en individuos vulnerables.

¿Cuáles son los síntomas de la adicción al juego (ludopatía)?

La ludopatía se caracteriza por un impulso incontrolable de apostar, incluso cuando se sabe que las pérdidas serán significativas. Los síntomas incluyen ocultar la actividad de juego, acumular deudas, y continuar apostando a pesar de los problemas financieros y personales que causa. La terapia cognitivo-conductual es eficaz para tratar esta adicción.

¿Cómo puedo saber si estoy desarrollando una adicción al móvil?

Puedes sospechar que estás desarrollando una adicción al móvil si sientes una necesidad constante de revisarlo, incluso en situaciones inapropiadas, como durante una conversación o mientras conduces. Otros signos incluyen sentir ansiedad o irritabilidad cuando no puedes acceder a tu móvil, usarlo para escapar de problemas o emociones difíciles, y notar que pasas cada vez más tiempo en él, descuidando otras actividades importantes como el trabajo, los estudios o las relaciones personales.

¿Dónde puedo acudir para recibir terapia si me identifico con alguna de las adicciones que se han expuesto?

Puedes visitar mi consulta de psicología en Elche, donde te ofrezco un ambiente cómodo y confidencial para ayudarte en tu proceso de recuperación. Soy psicólogo general sanitario, colegiado con el número CV17822, y estoy comprometido a brindarte el apoyo profesional y personalizado que necesitas. Estaré encantado de acompañarte en cada paso hacia tu bienestar.